Bloque 1/16 Consigna 4: Cuento que contenga al menos una carta y su respuesta en la cual por lo menos uno de los personajes viva en un tiempo primordial o mítico. Este personaje debe estar rodeado por otros que viven en el tiempo cronológico, normal, cotidiano, puede estar encerrado, puede ser un lider, un enfermo mental.


Producción Consigna 4
Material de referencia:
La escritura del dios. J. L. Borges
Las ruinas circulares. J. L. Borges


ERRORES REPETIDOS  (Agustina Cangiano - 6.2016)

Juan era diferente; él lo sabía. Su vida transcurría distinta que la del resto: era eterna. Bueno, o lo más parecida a eterna que conocía. Él moría, sí, pero siempre volvía. Una y otra vez, él revivía.
Al principio creyó que era algo así como la reencarnación budista y que solo él se acordaba de sus vidas pasadas. Sin embargo, mediante algunos indicios, se dio cuenta de que aplicaba puramente a él.
Para empezar, muchas veces se encontraba con objetos de sus vidas pasadas por mera casualidad. La segunda vez que volvió de la muerte, por ejemplo, dio con su carta de suicidio. Él tenía tan solo diez años cuando leyó estas palabras, dirigidas a su viuda esposa:
Mi amor,
Ya no puedo vivir así. No importa cuántos tratamientos pruebe, ninguno da resultado. Siento que cada día me vuelvo más loco. Espero que puedas perdonarme y seguir con tu vida, ser feliz.
                                                                                                                             Siempre tuyo
Nadie había firmado la carta: no hacía falta. La hoja había quedado depositada junto al cadáver de esa alma torturada.
Con el tiempo aprendió a aceptar la verdad de la demente eternidad. Sus amistades entraban y salían con una desesperante brevedad que anteriormente le había llevado a buscarlos luego de muertos, en otras personas. Sin embargo, sus almas parecían pertenecer a otro mundo, otra religión, y caprichosas dejaban la tierra para no volver jamás.
Se acostumbró, entonces, a la repetición de los errores, que sucedían diez veces cada uno; porque se puede escapar de la muerte pero no de las equivocaciones.
También adoptó la paciencia de volver a aprender una y otra vez las mismas cosas, como hablar o gatear de bebé, pero se alegró de ver que, cuando crecía, recordaba la ubicación de los países o las estrellas sin esfuerzo alguno.
Así había transcurrido su vida cuando me conoció. Me costó horrores llegar a saber la verdad y, cuando finalmente lo hice, él desapareció. Me pregunto qué aspecto tendrá ahora, en qué cuerpo vivirá o incluso cuál será su edad. Solo espero que alcance la paz que siempre buscó.


MO (Cristina Delea - 6.2016)


En algún lugar del que no recuerdo su nombre. En una época remota 


Añorado, siempre nombrado:

Estoy aquí, muy lejos del hombre común, ese que yo nunca supe ser. En este frio y espantoso lugar, al que alguien llamó hospital, me encuentro o me desencuentro, tampoco lo sé.
Desde esta letanía, algunos dicen haber oído de mi mismísima boca, esto grandioso de que: “el Poder era Yo”.
Asimismo relatan con bastante frecuencia algo así como que mis deseos se cumplían. También tengo escuchado por allí, que a cada minuto, cada segundo, se enardecía más mi ego, llegando a una fogosa y exultante exaltación en la noche oscura y unánime de mis días.
Sin embargo un cierto día me detuve, al hablar con mi oráculo, me pidió un sacrificio dado que yo desde mucho tiempo atrás, desde el despertar del tiempo, ahí cuando es el principio de todas las cosas, yo era el benefactor, entonces justamente en ese momento, de manera siniestra, macabra, diabólica, me ofreció la Ambición, devolvió mi Caída a cambio.
Y sí, yo acepté. Resplandeció el Poder sin límites, sin frenos. Absolutamente Poder. Desde entonces, no sé muy bien desde cuándo, ni tampoco sé cuánto tiempo pasó, ¿estoy viviendo? Me lo pregunto una vez tras otra.
Es que este es un no-tiempo, indefinido, transcurre no vivido, parece como una eternidad y otra vez se repite. Sin cesar, perduro en una nebulosa entre grisácea, oscura, anochecida, densa y plomiza.
En este lugar no-lugar, no vivo, ni subsisto, la oscuridad sepulcral que me rodea por todos lados está borrando mi contorno, Entre turbado y confundido me pregunto: acaso ¿estaré soñando? 
Al segundo siguiente y posteriores

Desde el más acérrimo de los infiernos:

Pecaste. Desde el primer instante de tu vida terrenal, día a día, minuto a minuto, pecaste.
Seguiste mi sugerencia, porque yo solo te sugería, transversalmente te tentaba. Aceptaste al pie de la letra, más el germen ya estaba dentro de ti, solo desperté el 7°, la Ambición, aquella que te gobernó, sin límites. Cada momento, cada minuto, crecían más y más deseos. Así destruiste todo a tu alrededor, tu ser. Has cumplido mi deseo, ya eres uno de los míos.

El Eterno, El Mal

FINAL DE PARTIDA. (Haydée Ortone - 6.2016 )

Bs. As. 9 de mayo de 2016.
Querido Mario:
Imagino tu sorpresa, hace tantos años que me borré que merecería que tiraras la carta antes de abrirla, ahora bien, si comenzaste a leerla me gustaría que puedas llegar al final; quizás así puedas perdonarme o por lo menos entender en parte, el por qué  de mis actitudes, de mi desaparición del barrio, de mi ruptura con los amigos y en especial con vos. Y pensar que un día juramos que nada ni nadie destruiría nuestra amistad. ¿Te acordás que para sellar el pacto nos pinchamos los pulgares?, yo casi me desmayo cuando vi la gotita de sangre y vos te pusiste a reír mientras me decías: che, mirá que sos flojo, pero al rato me pediste una curita; es que me duele mucho –aclaraste-.
Ahora sé que todo comenzó aquella tarde, cuando vos y yo volvíamos  de la plaza y esos tipos nos robaron las bicicletas. Yo estaba tan angustiado que me escondí en el dormitorio de mi abuela para llorar a solas entonces abrí la pañuelera y cuando saqué un pañuelo para enjugar mis lágrimas vi que desde el fondo estaban mirándome con sus ojos profundamente negros. Al principio me asusté, luego, ya más tranquilo, cuando me acostumbré a la penumbra y logré distinguirlos los olvidé y volví a sumergirme en el dolor que me agobiaba.
Pasaron muchos años desde entonces y no torné a recordarlos hasta ese día de junio del 98. En esa época, cansado  de ser un arquitecto del montón, planifiqué una obra espectacular y me aboqué a la tarea de conseguir capitales para el proyecto que de concretarse cambiaría mi vida. Al principio fue muy duro, se me cerraban todas las puertas, me pedían avales. Varias veces estuve a punto de abandonar la idea pero seguí adelante, vendí mi departamento para levantar una hipoteca y me fui a vivir nuevamente con la vieja.
Ese día, cansado de buscar unos documentos extraviados, decidí tomarme un respiro y se me dio por abrir la puerta del cuarto de mi abuela. Todo estaba como ella lo había dejado: la hamaca de esterilla, la gran cama de bronce, la cómoda de roble y sobre la tapa de mármol, entreabierta, la vieja pañuelera como invitándome a ver lo que había adentro y al igual que aquella tarde, los cinco dados amarillos por el tiempo, me miraban desde el fondo. Los tomé, me senté en la mecedora, entrecerré los ojos y en la penumbra del cuarto volví a encontrarme con la sonrisa de mi abuela, con mi colección de autitos, con la bicicleta que me robaron y con el karting  que me regalaron mis padres para consolarme. Mientras me invadía la nostalgia sin darme cuenta me los guardé en el bolsillo.
             Yo seguía adelante con mi proyecto y tal vez como premio a la perseverancia, un cambio lento pero continuo comenzó a producirse. Tuve la oportunidad de conocer a un tipo que era dueño de una cementera y andaba con ganas de invertir y se prendió en el proyecto. Con semejante espaldarazo se me abrieron muchas puertas y a partir de ese momento, todo lo que me propuse lo lograba con mucha facilidad, entonces comencé a ponerme metas cada vez más ambiciosas, me endeudé en forma temeraria, emprendí negocios cada vez más arriesgados y empecé a planear obras faraónicas que se fueron haciendo realidad indefectiblemente.
            Sin analizar la razón de estos triunfos desmedidos, que por lo extraños, ahora me doy cuenta que a cualquier otro, por lo menos, le hubieran llamado la atención, me lancé a una carrera desenfrenada en busca de la admiración de mis pares. Borracho de poder, no vacilé en acometer las empresas más disparatadas; todo me salía a pedir de boca y sólo en una oportunidad estuve cerca del fracaso pero cuando el desaliento me empezó a embargar metí la mano en el bolsillo y en forma involuntaria busqué los dados como tantas otras veces pero éstos no estaban; entonces recordé que los había dejado en otro traje. Desde ese instante; creo que por cábala, opté por llevarlos siempre conmigo.
            Entretanto, conocí gente importante del mundo de la política y las finanzas y por supuesto me olvidé del barrio... de mis amigos... de vos..., pero mientras saboreaba el éxito, una serie de accidentes comenzaron a ocurrirles a personas que en algún momento estuvieron ligadas a mí, hasta que un día me di cuenta que todas, de una u otra manera, habían intentado poner piedras en mi camino. Te confieso que todo esto me conmovió profundamente y me hizo pensar si sólo era obra del azar o algo  más extraño estaba sucediendo hasta que un sábado por la  tarde como tenía que hacer tiempo fui a San Telmo. Me bajé del Mercedes frente a la plaza y por curiosidad, me puse a mirar las antigüedades, como en el tango, te aseguro que podías encontrar juntos la Biblia y el calefón. Entre tantas cosas me llamaron la atención una tabaquera de plata y una cajita de taracea con cinco dados que casi eran redondos, me imagino que de tanto rodar por las mesas de los cafetines, entonces metí la mano en el bolsillo, saqué los míos y los comparé; me sorprendí de mis propios pensamientos: acaso: ¿ no serían los dados los que me habían llevado hasta allí?.
            En ese momento, el anticuario que me observaba, se acercó y me dijo: -son muy parecidos pero los que Ud. tiene son mejores, por empezar son muchísimo más antiguos y además el material también es distinto, ¿puedo verlos de cerca?, claro, era lo pensaba, los suyos  son de marfil con incrustaciones de ónix....si mal no recuerdo en este libro que tengo a la venta se narra la historia de unos dados parecidos a esos los suyos. ¿A ver si la encuentro?...si... acá está. Debo abrirlo con cuidado, es un ejemplar único  y tan viejo... imagínese es del siglo 17...
            El vendedor se puso los anteojos y leyó .:

...en el principio, cuando aún no había ocurrido la gran explosión, cuando nada presagiaba que el reloj del tiempo podía echarse a rodar; cuando ni el más leve resplandor perturbaba el Caos, el Absoluto se entretenía jugando a los dados.
            Todo transcurría plácidamente; infinitas partidas solitarias ocupaban su ocio milenario, hasta que aburrido de ser siempre el ganador resolvió modificar la Nada, pronunció la Palabra y desde los confines del Universo, un clamor desgarró las tinieblas.
            El aire se inflamó con el fuego de la vida, las aguas lavaron los últimos vestigios de la noche de los tiempos, el mundo se expandió. El viento en su carrera desenfrenada, desparramó la semilla. La tierra ardiente y virgen, abrió sus entrañas y el sol la fecundó cubriéndola con su luz.
            El Supremo Arquitecto, tomándose su tiempo, restregó sus manos y suspiró satisfecho y mientras contemplaba ese primer amanecer, su aliento se expandió por el espacio y anidó por los siglos de los siglos  en el barro amasado a su semejanza.
            Tras esto el Hacedor dio por concluida su tarea y se retiró discretamente a observar el destino final  del universo. Metió su mano en el bolsillo y tropezó con los dados, entonces pensó que ya no volvería a necesitarlos y con un gesto displicente los arrojó al vacío.
            Rodaron como perlas de un collar desgranado; se golpearon contra las piedras, se los llevaron las grandes olas  hasta las playas de arenas doradas, se chocaron entre sí como niños juguetones, el tiempo inexorable afiló sus contornos hasta casi anularlos....

El relato es largo, por supuesto no lo voy a leer todo, pero esto que sigue me parece interesante.- me dijo el anticuario y siguió leyendo:

...La primera mención sobre ellos se remonta a muchos siglos atrás y dice que fueron hallados por un niño que jugaba en la orilla del Nilo y permanecieron durante muchísimos años en el palacio de los faraones para alegría de los hijos de los dioses. Uno de esos pequeños llamado Moisés, con los años decidió liberar a su pueblo del yugo de la esclavitud. Durante mucho tiempo maduró el plan y cuando estuvo decidido atravesó el desierto con su gente; esa hazaña, por lo inconmensurable cambiaría el curso de la historia. Cuentan que en el momento de la partida, Moisés recordó algo y desafiando el peligro, volvió al palacio y ya en sus aposentos, tomó las cinco piezas de marfil con la intención de poner al azar de su lado...

            Al llegar a este punto el anticuario cerró el libro pero siguió diciendo: -Después la narración se torna confusa e imprecisa en cuanto a fechas pero sostiene que fueron utilizados hace más de mil quinientos años por unos soldados del César para sortear la túnica roja de un crucificado. Que fueron similares a los que usaba Telémaco mientras acompañaba a Penélope, su madre, que tejía y destejía esperando el regreso de su esposo, que eran idénticos a los que echaron a suertes los conquistadores para repartirse los tesoros del Inca. Los mismos que usó el verdugo, mientras esperaba que Pedro, el Mártir, el de los ojos quemados por las lágrimas, terminara de morir, para jugarle las sandalias azules con sus cuádruples pirámides de oro a Simón el mago a cambio de su silencio cómplice-
           
            Lo que acababa de oír era harto suficiente. Di media vuelta, corrí hacia el auto y olvidando la cita que tenía regresé a mi casa. Me acosté cansado y me dormí enseguida. Soñé que me encontraba caminando por una calle lejana de alguna ciudad desconocida y en ese momento tropezaba con una piedra que me hizo perder el equilibrio. Caí, me lastimé, lloré, sufrí y a pesar de todo me sentía feliz
            Ahora entiendo cuál es la causa de mis triunfos, Hace ya mucho tiempo que yo no soy un hombre normal. El vértigo me invade, la ambición me enceguece, me siento todopoderoso...no sé si no seré inmortal...
            Si supieras querido Mario cuánto añoro las tardes en el barrio, las sobremesas en el café, las discusiones sin sentido. Si por lo menos alguna vez el fracaso nublara mi entrecejo... Cuanto extraño el dolor... si los dioses permitieran que extraviara  los dados ... si pudiera pedirles que mañana despierte de este sueño maldito.

                                                                       Esteban.







SUEÑO PROFUNDO (Marcela Ruz - 6.2016)


Cada vez que entro en tu habitación espero encontrarte, pero no estás. De todas formas, te agarro la mano, te acaricio el pelo, te beso la frente seca.  Y te leo una carta.

Querido Javier:
Hoy empieza el invierno de 2016. Hace un frío espantoso, sabés que yo lo sufro horrores.
Hablé con Josefina ayer, me dijo que Laura y Hernán te extrañan mucho. Parece que el profesor particular les vino bien, los dos levantaron las notas. Además, ya no tienen tantos problemas de conducta. Supongo que ella ya te lo habrá contado, pero no importa. Yo te lo escribo, como te escribo todo lo que creo que te va a interesar saber cuando vuelvas de donde quiera que estés.
En el estudio las cosas siguen relativamente bien, teniendo en cuenta el contexto económico que te comenté el otro día. Si aparecen muchos clientes que se quieran acoger a la moratoria, María y José Luis se ofrecieron a darme una mano y en el peor de los casos, derivaré a los que no pueda atender. Lo que sí no voy a hacer es  contratar a alguien por un par de meses, más teniendo en cuenta que cuesta mucho conseguir gente que sepa algo. ¿Te acordás del último ejemplar que tomamos? Dios mío, qué zapallo era el pobre… Ni para tildar servía. Así que no te preocupes, yo me arreglo bien y a Josefina y a los chicos no les falta ni les faltará nada.
Te traje un CD que salió hace poco en homenaje al Flaco y le encargué a la enfermera que te lo pase. Espero que te guste, la verdad yo todavía no lo escuché. ¡Espero tus comentarios!  Además le dije que te pase los de jazz también, supongo que estarás de acuerdo. Y si no lo estás, hacé un esfuerzo por comunicarte, por darnos una señal, un parpadeo aunque sea, por favor…
Soñé de nuevo con mamá. Insistía en que te dejáramos ir con ella de una vez por todas. Siempre el mismo sueño, siempre el mismo tironeo entre ella y nosotros. Y vos atrapado en el medio. No la dejes ganar esta vez. No sería justo para nadie.
Yo también te extraño y mucho. Extraño todo, hasta tu mal humor y tus quejas.
Con todo mi amor,
Rocío

Doblo con todo cuidado la carta y busco la caja. La guardo respetando el orden cronológico de todas las que te han escrito, intercaladas con los dibujos de los chicos. Es una suerte de diario para cuando despiertes.

Llamo a la enfermera, le dejo la propina de siempre y jugamos unos segundos al no es necesario, por favor, pero sí, faltaba más…El billete cambia de manos, y yo voy a buscar al médico. Hoy está el Dr. Gutiérrez, quien repite lacónicamente el diagnóstico, las pocas esperanzas… No me desanima, ya no. Después de todo ¿qué saben los médicos?

Rocío ¿sos vos? Te escuché,  te escucho. ¿Por qué me leés cartas? Debo estar soñando, pero es un sueño extraño,  blanco, espeso, amorfo. ¿Por qué no me despierto? Oigo a Josefina, a los chicos, a gente que no sé quién es. Supongo que algunos son médicos, enfermeras, ellos son los que hablan como si yo no estuviera. A veces música, a veces ruidos.
No logro ver sus caras, pero hay otros con los que me cruzo de cuando en cuando. Creo que todos estamos soñando, pero no sé qué hago yo en su sueño ni qué hacen ellos en el mío. Ellos tampoco parecen saber nada, sólo que no pueden despertar. No tenemos idea de cuánto hace de esto, ni ellos ni yo. Se nos ocurrió hacer un pacto: el que despierte primero avisa a las familias de los otros. No existen problemas con el idioma, es curioso pero todos nos entendemos. ¿Alguno lo logrará y  recordará la información?
Es un intento, un intento desesperado.
También está mamá, a ella sí la veo… ¡qué suerte la mía, la única persona a la que veo y es ella! Cargosa como siempre, me llama, me grita, me ruega. Pero yo me alejo, trato de caminar, de arrastrarme hacia el lugar de donde creo vienen los sonidos, donde creo que están los despiertos. Repitiendo como un mantra nombres, direcciones, números de teléfono, por si el primero soy yo.




LA SABIDURIA HEBREA. Cartas. ( Roberto Rodríguez Gras - 6.2016)

Formosa, 1/07/2015.
Estimado Rabino Abraham,
El obispo de mi congregación me indicó que ya había hecho contacto con Ud. para que recibiera mi petición. Me habló sobre sus profundos conocimientos sobre leyendas, mitología y religión hebrea y de su sapiencia como gran conocedor de la psicología humana. Y me animó a dirigirme a Ud. en busca de respuestas a una situación que no puede entender la mente humana  y que si no lo resuelvo creo que me dirijo irremediablemente a la locura. Debo agregar que con motivo de este irresoluble problema que me aqueja aparezco señalado como un infame pecador al que hay que apartar de la iglesia y que merecería la excomunión.
Le ruego que acepte mi solicitud y me lo haga saber.
Saludo a Ud. atte.
Padre José. Párroco de la Iglesia de los Santos Inocentes.

Buenos Aires, 15/07/2015.
Estimado Padre José,
Estoy a su disposición para lo que necesite.
Atentamente.
Rabino Abraham.

Formosa, 23/07/2015.
Estimado Rabino Abraham.
Quiero dejar en claro que mi compromiso con Dios y con la Iglesia ha sido total desde mi adolescencia. Me entregué en cuerpo y alma. Y obedecí el mandato del celibato. También me mortifiqué lacerándome cada vez que dormido mis sueños me conducían a los pecados de la carne.
Todo comenzó una mañana cuando al correr el visillo descubrí a dos extraños personajes peludos. Parecían seres del inframundo. Me espanté y no les abrí. Insistieron un par de veces sin resultado. Finalmente, pasaron un sobre por debajo de la puerta y se fueron. Recogí el sobre, lo abrí y me sorprendieron los caracteres que aparecían en la misiva. Nunca había visto algo igual. Me llevó tres meses desentrañar a qué civilización pertenecían y otros tres meses más descifrarlo. Era lenguaje sumerio antiguo. Y la carta rezaba:
José, recibe a nuestros hijos. Son los portadores de la presente. Lilith.
Mi condición de célibe agotaba la posibilidad de que yo haya procreado. Pero ¿qué significaba un mensaje en lengua sumeria?, ¿qué significaban esas presencias, esos monstruos?, ¿qué loco podía afirmar que eran mis hijos?
A los dos meses recibí una demanda judicial. Eran ellos reclamando mi paternidad. Mis nervios estallaban. Me sometí a los análisis del ADN y efectivamente coincidían en un 99.99 por ciento.
Entré en estado de delirio y me internaron en un instituto siquiátrico y si no fuera por la visita que me hizo el obispo no me comunicaría con nadie.
Le ruego encarecidamente que priorice su respuesta si le encuentra sentido a lo que me pasa.
Afectuosamente.
Padre José.

Buenos Aires, 30/07/2015.
Estimado Padre José.
No desespere, creo que estamos cerca de resolver su problema.
Sólo necesito que responda lo siguiente:
En los sueños que Ud. refirió en su carta en los que era tentado por la carne, según sus palabras, en esos sueños, ¿se le hacía presente una hermosa mujer alada? Y al despertar entre las sábanas, ¿usted encontraba semen suyo?
Si responde como yo pienso, le daré la explicación que usted está buscando.
Afectuosamente.
Rabino Abraham.

Formosa, 6/08/2015.
Estimado Rabino Abraham.
Sorprendente, ocurría tal como usted lo describió.
Espero ansiosamente su respuesta.
Afectuosamente.
Padre José.

Buenos Aires, 12/08/2015.
Mi estimado Padre José.
Lo que usted me ha contado coincide exactamente con la figura legendaria del folklore judío: Lilith.
Como usted debe saber, el súcubo es un demonio que toma la forma de mujer atractiva para seducir a los varones, sobre todo a los adolescentes y a los monjes.
Lilith, primera esposa de Adán, se convirtió en un demonio súcubo que seducía a los hombres mientras dormían y engendraban hijos -semidemonios femeninos denominados Lilim- a partir del semen derramado por los hombres (polución nocturna) en sus sueños. Los Lilims son descriptos como seres cubiertos de pelo.
Lilith creada antes que Eva encarna a la belleza maligna así como a la madre del adulterio y de la fornicación pasional.
Cumplo con esto en dar la explicación a lo que usted me pidió.
Lamento no poder ayudarle con los semidemonios que usted engendró sin participación activa, ni con el juicio, ni con las explicaciones a la iglesia y su feligresía.
Le deseo suerte.
Con mi más sincero afecto
Rabino Abraham.



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