Bloque 3/16 Consigna 4: Elaborar la imagen de un dictador absoluto populista. Amado y odiado, que se refiere a sus detractores y a sus amigos en una especie de carta al futuro, en primera persona. Usar el recurso de hipérbole (agrandamiento) y de reducción brusca (silencio) y las reiteraciones que puedan fijar una idea.
Referencias:
Andrés Rivera, El farmer (fragmentos)
Manuel Mujica Láinez, Misteriosa Buenos Aires El vagamundo
Seymour Menton. La nueva novela histórica (fragmento)
Producción de los participantes:
Carta a los Camaradas (Agustina Cangiano - 10.2016)
Camaradas,
Si esta carta se hace pública será porque llegó mi fin. No lloren por mí, sino que en mi honor alimenten el amor por esta causa justa que hemos emprendido con tanta humildad. Nuestros enemigos adquieren más terreno mientras más y más personas caen ante el sueño del capitalismo norteamericano.
¡Pero nosotros sabemos la realidad! La única forma de triunfar como país es con la alianza Latinoamericana y el desarrollo de nuestra industria. ¡Callando a los opresores del pueblo que quieren derrocar a este gobierno democrático como ha pasado tantas veces! No se dejen engañar, ellos hablan de libertad pero lo único que quieren es esclavitud.
Y si ellos fueran la causa de mi muerte y por la cual nuestro partido no esté en el gobierno como tantos trabajadores se esforzaron para lograrlo, no dudo que tomarán las armas y recuperarán el poder frente a los tiranos.
Camaradas, a lo largo de estos años hemos mejorado el país como nadie pudo antes. Logramos darle trabajo a millones y estamos a pocos pasos de erradicar la pobreza. Posicionamos nuestra educación por encima de cualquier europea. ¡No podemos retroceder!
Me duele el pecho. Confío en que no sea nada y que esta carta tarde mucho en ser entregada
.
1° DE MAYO. ( HAYDÉE ORTONE - 10.2016)
Compañeros: una vez más nos encontramos en esta histórica plaza, nuestra plaza. La plaza donde hace muchos años un puñado de héroes sembraron las semillas de nuestra Patria libre y soberana.
Sí compañeros: libre de toda dominación extranjera y libre también del poder de los corruptos y de las ambiciones de los poderosos.
Estamos reunidos para festejar una vez más el 1° de Mayo. Y digo festejar a pesar de la crítica de mis detractores porque hoy festejamos que todos tenemos trabajo.
Siento una profunda emoción al ver a tantos miles de compañeros aquí presentes, brindando un apoyo incondicional a nuestro gobierno. Sepan que este respaldo de todos ustedes es imprescindible en estas horas aciagas: sabemos que el movimiento obrero está siendo víctima de persecuciones sistemáticas por parte de muchos empleadores inescrupulosos que buscan dividir al sindicalismo e intentan por todos los medios de cercenar los derechos legítimos por los cuales todos hemos luchado. Lucha que costó la vida de tantos inocentes.
Pero sepan que no van a lograr sus espurios propósitos. Aquí estamos nosotros para impedírselos.
Compañeros: llegó la hora de la victoria definitiva y para eso debemos aprender de nuestros enemigos….. nuestros enemigos que son los enemigos de la Patria.
Debemos usar sus mismos métodos, agudizar nuestros sentidos, en una palabra: es nuestra obligación como ciudadanos el estar alertas, desenmascarar a los que se han infiltrado en los sindicatos, en las universidades y hasta en el seno de nuestros propios hogares.
Debemos delatar a los esbirros de las corporaciones, pelear contra el capitalismo inmoral que sume en la miseria al pueblo asalariado. Contra aquellos que desde el púlpito intentan lavar el cerebro especialmente de nuestras mujeres. Luchar con todas las armas a nuestro alcance contra los terratenientes explotadores que amasan enormes fortunas con la sangre de los trabajadores….Compañeros: la tierra debe ser para el que la trabaja.
Queridos compatriotas: no están solos en este combate, llegado el momento daré hasta la última gota de mi sangre para proteger a los desposeídos, seré una fiera en la lucha por los oprimidos. Seré un tirano para defender la Democracia.
Pero esta contienda no es sólo mía: Yo los convoco. La Patria los necesita. Unámonos todos. Son ellos o somos nosotros. No hay mucho para pensar ni tiempo para perder.
Compañeros trabajadores: la batalla ya empezó. Ahora, como dirían nuestros hermanos chilenos “por la razón o por la fuerza” vamos a ganar la guerra.
Compañeros: hasta la victoria final.
EL GENERAL GONZÁLEZ ( Marcela Ruz - 10.2016)
He llegado a la vejez. Muchos lo consideran un milagro, una bendición más del Señor; unos pocos apóstatas, una maldición. He salido indemne de cuanta conspiración, intento de asesinato o de derrocamiento han intentado los cobardes traidores apátridas. No sé por cuánto tiempo más querrá Dios que siga entre ustedes. Por eso quiero decirles que, desde donde quiera que me encuentre, siempre estaré velando por el futuro de nuestra querida Patria. No lo olviden ustedes, ni sus hijos, ni los hijos de sus hijos. ¡Vivo o muerto, yo, el General José Manuel de los Milagros González, jamás los abandonaré!
Desde muy joven aprendí lo que son la obediencia y la lealtad, virtudes imprescindibles. Por ello, cuando el tiempo fue el propicio, es que se las exigí a ustedes, mis queridos compatriotas. Obediencia y lealtad. Gracias a estas virtudes pudimos vencer al enemigo y gracias a ellas podremos mantener todos y cada uno de los grandes logros que hemos alcanzado. Yo he tenido el privilegio de guiarlos, me han honrado eligiéndome para ser su conductor infinidad de veces. Pero como ya les he dicho en otras oportunidades, sin ustedes, sin su apoyo incondicional, nada de esto hubiera sido posible. ¡Suya es la gloria, no mía!
No malogren los sacrificios que hemos hecho. No se dejen engañar por los cantos de sirena de los que quieren hacernos perder el rumbo. No escuchen los pronósticos de los agoreros. ¿Cuántas veces han tratado de confundirlos con sus falsas promesas y con sus falsas acusaciones? Ustedes saben bien que nada de lo que dicen es cierto. Nada, absolutamente nada es cierto. He soportado con entereza los ataques más viles a mi persona, a mi honor y a mi fe. He ofrecido infinidad de veces la otra mejilla. Pero todo tiene su límite, una cosa es la libertad con la que se llenan la boca, y otra bien distinta el libertinaje, las mentiras, la calumnia. He sido magnánimo en las penas que no he tenido más remedio que imponer. Aunque me repugne profundamente el uso de la fuerza, debo protegerlos de esas víboras ponzoñosas que están continuamente al acecho, esperando el momento para dar el zarpazo. Porque no toleran que les hayan quitado sus privilegios, sus asquerosas fortunas obtenidas a costa del sacrificio de ustedes, mi querido Pueblo. ¡Tengan especial cuidado con esos intelectuales de pacotilla que, desde el exilio que se han autoimpuesto, continúan lanzando sus diatribas! ¡Ya no más! ¡No más privilegios para ningún habitante de este querido suelo! Ustedes deberán estar muy atentos, cuando yo ya no esté, para que ninguno, escuchen bien, ninguno de los logros que obtuvieron les sea arrebatado. No dudo que mi sucesor, Juan de los Santos González, mi hijo bienamado, estará a la altura de las circunstancias. ¡Que nadie se atreva a destruir mi legado, ustedes, mi pueblo querido, harán tronar el escarmiento! Yo los estaré guiando y protegiendo, como siempre. ¡Con la ayuda del Señor, el General José Manuel de los Milagros González estará siempre con ustedes!
Comentarios
Publicar un comentario