Bloque 1/17 Consigna 9:
Construir una narración que se sitúe en la República Argentina, en el siglo XXI y en nuestra ciudad de Buenos Aires. Proponer un narrador observador en primera persona que describa los acontecimientos valorándolos. Debe describir una escena de calle y de grupos que presenten opositores y debe destacar un héroe magnánimo (alguna forma de paz sin dañar, manteniendo su posición). La segunda parte debe plantearse en tercera persona desde el grupo militarizado que viene a solucionar el problema. Puede incluir un epígrafe.
Referencias:
El Evangelio según Jesucristo de José Saramago
Producción de los participantes:
UN LLAMADO A LA CORDURA - Mabel Jokmanovich Derka
HISTORIAS DE UN TACHERO - HAYDÉE ORTONE
Prohibido prohibir - Adriana Otheguy
No es posible luchar contra el canibalismo comiéndose al caníbal
Había escuchado esa noticia policial en la mañana, por la radio. La retuve en mi mente porque, según contaban, ocurrió en mi barrio, a pocas cuadras de mi casa; si no, ni la hubiera registrado. Finalmente la radio está reportando noticias policiales todo el tiempo…
Escuché que un jovencito de 15 años que también vive muy cerca, en el asentamiento que está al costado del puente que cruza las vías del ferrocarril, próximo al ex Albergue Warnes, entró a robar a la casa de unos viejitos, y no contento con el botín, los había golpeado con toda crueldad. Es más, ya había tenido episodios anteriores similares: ¡un verdadero demonio irrecuperable!
Escuché también a un periodista entrevistando a los vecinos del menor, que contaban acerca de la vida de este “demonio”: “que son un montón de chicos viviendo en esa casa, que padre no existe, que la madre hace lo que puede pero los hijos se le van de las manos, que siempre se escuchan insultos y golpes, que la casa funciona como un “aguantadero” y venta de droga, que ellos tratan de no meterse para no generarse problemas… etc. etc. Y, sobre todo, que ese chico es un pequeño chacal, totalmente perdido para la sociedad”.
Recordé esa noticia a la tarde, cuando escuché bullicio y un tumulto de voces enfurecidas pasando por mi vereda, en dirección al ex Albergue Warnes. Salí a toda carrera llevada por la curiosidad, caminé un par de cuadras y comencé a ver una turba encolerizada apedreando la casa del “demonio”, intentando prenderle fuego. La escena era dantesca: gritos, piedras, humo, la casa a medio quemar, sus moradores acorralados en el interior.
De pronto, en medio de esa tumultuosa escena, emergió una persona que, a viva voz, trataba de aquietar los ánimos, poner un poco de orden, llamar a la cordura… No está bien castigar a la violencia con más violencia, decía con total convicción. Dando consignas precisas incitó a otros a tirar las piedras al piso, tratar de apagar el fuego incipiente, pedir auxilio. Él mismo, arriesgando su integridad y hasta su vida, trataba de sofocar las llamas con su abrigo y sus manos.
¡El señor tiene razón!, dijo el policía que acababa de arribar en un patrullero, alertado por un vecino anónimo. Poco después llegaron los bomberos, y al ratito no más el Juez de Menores, quien se ocuparía de la suerte del chico.
“Todos somos iguales ante el deber moral.”
Kant.
¿Ustedes se quejan de los problemas que tienen en el laburo? Qué tendría que decir yo entonces. Ser tachero en esta ciudad en estos tiempos que corren es toda una odisea. Si fuera a contar las peripecias que pasé en los últimos meses no me alcanzaría toda esta noche. Sin ir más lejos, hace cosa de quince días, yo iba por José María Moreno escuchando la 2 x 4 cuando de pronto reviento una cubierta; me bajo del auto y descubro asombrado que también habían pinchado otros coches, un colectivo y dos patrulleros. Después me enteré: unos chorros quisieron robarse un cajero automático y sembraron la calle de miguelitos para rajar sin problemas, además, en lo que va del año ya me asaltaron tres veces. Uno de los ladrones no tendría ni dieciséis años. A ése lo madrugué, me puso una pistola en la cabeza y me pidió la recaudación; entonces me agaché como para buscar la plata y de golpe me di vuelta y le encajé una trompada. El tipo no se la esperaba y de la sorpresa se le cayó el arma, entonces, sin el revólver y golpeado, salió corriendo. Después me arrepentí, me podía haber hecho cualquier cosa, lo que pasa es que uno ya está podrido. Cuando el pendejo se fue decidí no hacer la denuncia …total nadie hace nada… y guardarme la pistola. Al ponerla en la guantera, por más que no entiendo nada de armas de fuego, me pareció muy liviana y ahí me avivé de que se trataba de una pistola de juguete.
Ustedes estarán pensando que a mí me pasan todas, lo que sucede es que uno anda todo el día por la calle. El año pasado me llamaron para llevar a una parturienta hasta la maternidad, cuando estaba por cruzar el puente Pueyrredón, un camión se quedó sin frenos y se atravesó en el carril. Estuvimos parados más de una hora y media, imagínense. En agradecimiento al chico le pusieron mi nombre; pero lo del jueves parece de una película italiana. Un tipo me pidió que lo llevara hasta las inmediaciones del Congreso. Durante el viaje se la pasó hablando por celular (por eso me enteré que era camionero), cuando faltaba poco para llegar a destino veo que se pone un guardapolvo blanco, se ve que el tipo notó mi sorpresa (nunca me imaginé que los camioneros usaran guardapolvo ,uniforme vaya y pase, pero…) y entonces me explicó que se estaba camuflando de docente porque le habían comentado que en la carpa había unas maestras que estaban para el infarto.
Cuando el hombre se bajó, yo seguí transitando lentamente por Callao. Delante de mi iban varios micros escolares. Al llegar a la esquina de Rivadavia, éstos se pararon de golpe y comenzaron a bajar los pasajeros con banderas, carteles y palos. Yo pensé me agarró un piquete y miré por el retrovisor para poder salir marcha atrás, pero, vaya sorpresa, la intersección con la Avenida de Mayo también estaba siendo cortada con micros parecidos. Demás está decir que quedé en el medio y supuse que ambas columnas se reunirían en la plaza de Los dos Congresos y efectivamente hacia allí fueron pero no para reunirse precisamente.
Cuando se encontraron, comenzó una pelea descomunal, se agredían con palos, a golpes, con cascotes y baldosas que arrancaban de las veredas. Yo ligué un piedrazo en el capot y creo que la saqué barata. Como a las 10 llegó la gendarmería con sus escudos y cascos y empezaron a tirar gases lacrimógenos con lo que un rato después se fueron calmando los ánimos. La mayoría de los revoltosos salió corriendo; sólo quedaron en el suelo algunos heridos.
Las ambulancias tardaron en llegar, mientras tanto, me llamó la atención la actitud de un hombre, uno de los tantos indigentes que viven ahí, en la plaza: se fue acercando a los caídos y mientras les ofrecía agua los acomodaba. ¡Había que ver con qué cuidado los atendía!
Siendo las 10 AM un grupo de gendarmes, cumpliendo órdenes emanadas del Ministerio de Justicia de la Nación, se hicieron presentes en la avenida Callao frente al Congreso Nacional, con el motivo de disuadir a dos grupos antagónicos pertenecientes al Sindicato de la Sanidad, quienes intentaban dirimir por la fuerza el liderazgo de dicha institución; pero dada la belicosidad de ambas facciones y teniendo en cuenta que una de ellas intentó tomar por asalto el edificio del Congreso Nacional, se presume que para refugiarse, el Comandante Alberto Segovia, a cargo del grupo de prevención de disturbios en la vía pública, se vio obligado a reprimir con gases lacrimógenos dicho tumulto.
Como consecuencia del enfrentamiento entre los manifestantes no hubo detenidos y se reportaron 12 heridos leves que luego de ser atendidos en un nosocomio de las inmediaciones se retiraron a sus respectivos domicilios.
Entre las fuerzas de seguridad no se registraron bajas.
Buenos días. Estamos televisando en directo para el canal de televisión Nº82 HBBY, en este día 1 de Marzo de 2017. Nos hallamos situados en la Plaza del Congreso, de la Ciudad de Buenos Aires , Capital de la República Argentina, teniendo por marco un cielo despejado con radiante sol, donde se recortan las figuras de los manifestantes en formaciones muy prolijas. Por suerte el día nos favorece mucho. No hace ni calor ni frío, y el viento está calmo. El tráfico de las calles perimetrales está siendo desviado para evitar entorpecimientos en la circulación vehicular. Como se ha venido anunciando días atrás se celebra hoy el día internacional de Cero Discriminación. Gran cantidad de policías metropolitanos protegen los vallados debido a que se ha reunido aquí gran cantidad de público que ha deseado participar de este evento desde la apertura hasta su cierre con diversos shows artísticos.
¿Qué se entiende por discriminación? Es toda forma de violencia pasiva en contra de grupos de personas que en diversos sentidos son considerados inferiores en el cumplimiento y ejercicio de sus derechos. Así por ejemplo podemos citar discriminaciones de raza, credo, políticas, religiosas, sexuales, tallas físicas, diferencias socioeconómicas, étnicas, culturales, etc. Así el discriminado sufre mucho en todo sentido al no poder ejercer sus derechos como todo ciudadano lo puede realizar, por sentirse despreciado por no encuadrar dentro de los parámetros pre establecidos dentro de la sociedad. En este siglo XXI se han ganado varias batallas contra este mal que debe ser arrancado de raíz, favoreciendo la inserción de estos grupos minoritarios dentro del contexto general de la democracia.
Acá nos están pidiendo que nos corramos con el móvil y las cámaras un par de metros hacia la Avenida Callao, para dejar libre la circulación a los organismos de seguridad que se desplazan ágilmente y con gran idoneidad. Desde este nuevo sitio pueden verse las diferentes formaciones con sus pancartas enarboladas que los identifican. Así por ejemplo pueden leerse “No me juzgues por mi color de piel” “Soy inmigrante, no delincuente” ”Guerra a la desocupación para minusválidos” “ LGBT tenemos los mismos derechos a todos (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales)” “Jubilaciones dignas . Somos viejos como todos lo seremos” ”Basta a la discriminación racial” “Tenemos HIV y tenemos familia, No nos discriminen. La estamos peleando”
Todo se está desarrollando con calma y serenidad, hasta este momento. Comienzan a escucharse las primeras notas del Himno Nacional Argentino a través de los varios parlantes diseminados por la plaza del Congreso. La gente enfervorizada canta con gran emoción. Se oye un gran murmullo proveniente de uno de los bandos. Aun no se sabe a qué obedece. Siempre hay algún inadaptado social que aprovecha la ocasión para provocar algún disturbio. Se puede observar desde esta distancia que un hombre trans comienza a desnudarse bajándose los pantalones y mostrar su trasero al público. Los manifestantes tratan de reprimir este hecho para continuar con la celebración, pero la situación está comenzando a desbordarse. Se escuchan gritos provenientes de varios lados. Y muchos empujones por todas partes. Se escuchan insultos y hasta llantos de bronca, Se siente una gran impotencia ante el doblez que se generó en esta fiesta que prometía ser gloriosa. La gente empuja por todas partes y se abalanzan contra las cercas de contención, Interviene de inmediato la policía metropolitana con sus cachiporras y gases lacrimógenos. La situación comienza a descontrolarse. Se percibe un mal ambiente general. Se interrumpe la canción patria. Se escuchan gritos por todas partes, y mucha gente empujando contra las vallas de contención. La policía sigue avanzando reprimiendo a los manifestantes, usando sus escudos de protección. Se está escuchando por altoparlante la voz de un hombre convocado para apaciguar el ambiente. Se trata de un pastor evangélico muy famoso que había asistido a la celebración invitado por varios de sus fieles en su templo.
Vamos a colocar el micrófono de manera tal que permita una perfecta audición. Veamos que nos viene a decir este hombre que habla en nombre de Dios.
Vamos a hacer mención a un célebre texto de San Agustín. “Allí donde haya discordia que yo ponga la unión. Allí donde haya guerra que yo ponga la paz”. Para Dios somos todos iguales. No existen las diferencias sociales ni étnicas ni raciales de ningún tipo. Entonces ¿Por qué nos empeñamos en poner fronteras entre nosotros? Hoy se celebra en todo el mundo el Día de la Discriminación Cero. Unámonos todos en un ambiente cordial para ayudar a que los gobernantes brinden ayuda justa a acabar con este flagelo, dictando leyes saludables para la convivencia en paz y armonía y aboliendo toda forma de discriminación, penalizando a quienes insisten en aplicarlas .Aquí hay muchos grupos pacifistas que doy fe que ansían la unidad dentro de la diversidad. Y sepan que esto aunque difícil es factible con buena voluntad . Por un país sin fronteras, les pido que vuelvan todos a su sitio y reanudemos nuestra celebración en paz. Feliz día para todos.
¡Pobre reportero! Se ha ligado un cachiporrazo en su cabeza por querer brindar la mejor información al público. La policía metropolitana lo confundió con un manifestante y lo redujo de un palazo. Y como dice la frase: No hay comedido que salga bien. También vale para la intervención del pastor que efectuó discurso. Si bien fue escuchado con atención no logró restaurar la calma. Se precisaba un poco más de táctica para restaurar los ánimos fluctuantes de los allí presentes.
A la distancia vienen avanzando tres hombres vestidos con uniformes de gala, a traer la paz. Se escuchan abucheos y silbidos por todas partes. Pero la gente observa atento al desenvolvimiento de los hechos. Un militar de grado. Un oficial de la marina. Un oficial de la aeronáutica. Los tres impecablemente vestidos, con las botas muy lustradas tanto, que parecían un espejo. Subieron al atrio que se había preparado para los artistas que cerrarían el acto público. Se sentían muy felices y emocionados, por haber sido convocados para hablar ante esa multitud. Y uno de ellos dijo: Nosotros en otras épocas fuimos muy discriminados. Juzgados por acciones de un grupo minoritario que trajo mucho dolor e injusticia al país. Y debimos andar bastante contracorriente para ir recuperando la jerarquía que nos asiste. Siempre hay opositores en todas partes. Pero la unión hace la fuerza. Volvamos a la fiesta señores. El país nos necesita. Sin oposición no hay crecimiento. Sin crecimiento un país no avanza y queda postergado, marginado con respecto al mundo. Les propongo que comience el espectáculo artístico.
El ánimo comenzó a aquietarse. Y fueron subiendo al escenario toda clase de personas con discapacidades físicas y mentales, parejas de homosexuales, ancianos, mulatos, coreanos y blancos, y cantaron todos juntos We are the world We are the people. Y el show terminó con aplausos y una gran emoción al poder comprobar que lograron una vez más aunar las voluntades para un fin común : Vivir en paz y armonía a pesar de las diferencias. Todos, por una suerte de contagio comenzaron a tomarse de las manos y cantar a todo pulmón. Pronto se dejó de lado el incidente. Se comprendió al final que la igualdad es el mayor acto de injusticia. Y que no se puede juzgar a las personas por una sola descarriada y belicosa. Y que cuando hay buena voluntad en comprenderse y aceptarse, la cosa funciona, como un engranaje dispuesto a funcionar bien. La paz es posible. Luchemos por ella.
El Evangelio según Jesucristo de José Saramago
Producción de los participantes:
UN LLAMADO A LA CORDURA - Mabel Jokmanovich Derka
HISTORIAS DE UN TACHERO - HAYDÉE ORTONE
Prohibido prohibir - Adriana Otheguy
UN LLAMADO A LA CORDURA - Mabel Jokmanovich Derka
No es posible luchar contra el canibalismo comiéndose al caníbal
Había escuchado esa noticia policial en la mañana, por la radio. La retuve en mi mente porque, según contaban, ocurrió en mi barrio, a pocas cuadras de mi casa; si no, ni la hubiera registrado. Finalmente la radio está reportando noticias policiales todo el tiempo…
Escuché que un jovencito de 15 años que también vive muy cerca, en el asentamiento que está al costado del puente que cruza las vías del ferrocarril, próximo al ex Albergue Warnes, entró a robar a la casa de unos viejitos, y no contento con el botín, los había golpeado con toda crueldad. Es más, ya había tenido episodios anteriores similares: ¡un verdadero demonio irrecuperable!
Escuché también a un periodista entrevistando a los vecinos del menor, que contaban acerca de la vida de este “demonio”: “que son un montón de chicos viviendo en esa casa, que padre no existe, que la madre hace lo que puede pero los hijos se le van de las manos, que siempre se escuchan insultos y golpes, que la casa funciona como un “aguantadero” y venta de droga, que ellos tratan de no meterse para no generarse problemas… etc. etc. Y, sobre todo, que ese chico es un pequeño chacal, totalmente perdido para la sociedad”.
Recordé esa noticia a la tarde, cuando escuché bullicio y un tumulto de voces enfurecidas pasando por mi vereda, en dirección al ex Albergue Warnes. Salí a toda carrera llevada por la curiosidad, caminé un par de cuadras y comencé a ver una turba encolerizada apedreando la casa del “demonio”, intentando prenderle fuego. La escena era dantesca: gritos, piedras, humo, la casa a medio quemar, sus moradores acorralados en el interior.
De pronto, en medio de esa tumultuosa escena, emergió una persona que, a viva voz, trataba de aquietar los ánimos, poner un poco de orden, llamar a la cordura… No está bien castigar a la violencia con más violencia, decía con total convicción. Dando consignas precisas incitó a otros a tirar las piedras al piso, tratar de apagar el fuego incipiente, pedir auxilio. Él mismo, arriesgando su integridad y hasta su vida, trataba de sofocar las llamas con su abrigo y sus manos.
¡El señor tiene razón!, dijo el policía que acababa de arribar en un patrullero, alertado por un vecino anónimo. Poco después llegaron los bomberos, y al ratito no más el Juez de Menores, quien se ocuparía de la suerte del chico.
HISTORIAS DE UN TACHERO - HAYDÉE ORTONE
“Todos somos iguales ante el deber moral.”
Kant.
¿Ustedes se quejan de los problemas que tienen en el laburo? Qué tendría que decir yo entonces. Ser tachero en esta ciudad en estos tiempos que corren es toda una odisea. Si fuera a contar las peripecias que pasé en los últimos meses no me alcanzaría toda esta noche. Sin ir más lejos, hace cosa de quince días, yo iba por José María Moreno escuchando la 2 x 4 cuando de pronto reviento una cubierta; me bajo del auto y descubro asombrado que también habían pinchado otros coches, un colectivo y dos patrulleros. Después me enteré: unos chorros quisieron robarse un cajero automático y sembraron la calle de miguelitos para rajar sin problemas, además, en lo que va del año ya me asaltaron tres veces. Uno de los ladrones no tendría ni dieciséis años. A ése lo madrugué, me puso una pistola en la cabeza y me pidió la recaudación; entonces me agaché como para buscar la plata y de golpe me di vuelta y le encajé una trompada. El tipo no se la esperaba y de la sorpresa se le cayó el arma, entonces, sin el revólver y golpeado, salió corriendo. Después me arrepentí, me podía haber hecho cualquier cosa, lo que pasa es que uno ya está podrido. Cuando el pendejo se fue decidí no hacer la denuncia …total nadie hace nada… y guardarme la pistola. Al ponerla en la guantera, por más que no entiendo nada de armas de fuego, me pareció muy liviana y ahí me avivé de que se trataba de una pistola de juguete.
Ustedes estarán pensando que a mí me pasan todas, lo que sucede es que uno anda todo el día por la calle. El año pasado me llamaron para llevar a una parturienta hasta la maternidad, cuando estaba por cruzar el puente Pueyrredón, un camión se quedó sin frenos y se atravesó en el carril. Estuvimos parados más de una hora y media, imagínense. En agradecimiento al chico le pusieron mi nombre; pero lo del jueves parece de una película italiana. Un tipo me pidió que lo llevara hasta las inmediaciones del Congreso. Durante el viaje se la pasó hablando por celular (por eso me enteré que era camionero), cuando faltaba poco para llegar a destino veo que se pone un guardapolvo blanco, se ve que el tipo notó mi sorpresa (nunca me imaginé que los camioneros usaran guardapolvo ,uniforme vaya y pase, pero…) y entonces me explicó que se estaba camuflando de docente porque le habían comentado que en la carpa había unas maestras que estaban para el infarto.
Cuando el hombre se bajó, yo seguí transitando lentamente por Callao. Delante de mi iban varios micros escolares. Al llegar a la esquina de Rivadavia, éstos se pararon de golpe y comenzaron a bajar los pasajeros con banderas, carteles y palos. Yo pensé me agarró un piquete y miré por el retrovisor para poder salir marcha atrás, pero, vaya sorpresa, la intersección con la Avenida de Mayo también estaba siendo cortada con micros parecidos. Demás está decir que quedé en el medio y supuse que ambas columnas se reunirían en la plaza de Los dos Congresos y efectivamente hacia allí fueron pero no para reunirse precisamente.
Cuando se encontraron, comenzó una pelea descomunal, se agredían con palos, a golpes, con cascotes y baldosas que arrancaban de las veredas. Yo ligué un piedrazo en el capot y creo que la saqué barata. Como a las 10 llegó la gendarmería con sus escudos y cascos y empezaron a tirar gases lacrimógenos con lo que un rato después se fueron calmando los ánimos. La mayoría de los revoltosos salió corriendo; sólo quedaron en el suelo algunos heridos.
Las ambulancias tardaron en llegar, mientras tanto, me llamó la atención la actitud de un hombre, uno de los tantos indigentes que viven ahí, en la plaza: se fue acercando a los caídos y mientras les ofrecía agua los acomodaba. ¡Había que ver con qué cuidado los atendía!
Siendo las 10 AM un grupo de gendarmes, cumpliendo órdenes emanadas del Ministerio de Justicia de la Nación, se hicieron presentes en la avenida Callao frente al Congreso Nacional, con el motivo de disuadir a dos grupos antagónicos pertenecientes al Sindicato de la Sanidad, quienes intentaban dirimir por la fuerza el liderazgo de dicha institución; pero dada la belicosidad de ambas facciones y teniendo en cuenta que una de ellas intentó tomar por asalto el edificio del Congreso Nacional, se presume que para refugiarse, el Comandante Alberto Segovia, a cargo del grupo de prevención de disturbios en la vía pública, se vio obligado a reprimir con gases lacrimógenos dicho tumulto.
Como consecuencia del enfrentamiento entre los manifestantes no hubo detenidos y se reportaron 12 heridos leves que luego de ser atendidos en un nosocomio de las inmediaciones se retiraron a sus respectivos domicilios.
Entre las fuerzas de seguridad no se registraron bajas.
Prohibido prohibir - Adriana Otheguy
“Si todos los hombres del mundo se dieran la mano”…
Buenos días. Estamos televisando en directo para el canal de televisión Nº82 HBBY, en este día 1 de Marzo de 2017. Nos hallamos situados en la Plaza del Congreso, de la Ciudad de Buenos Aires , Capital de la República Argentina, teniendo por marco un cielo despejado con radiante sol, donde se recortan las figuras de los manifestantes en formaciones muy prolijas. Por suerte el día nos favorece mucho. No hace ni calor ni frío, y el viento está calmo. El tráfico de las calles perimetrales está siendo desviado para evitar entorpecimientos en la circulación vehicular. Como se ha venido anunciando días atrás se celebra hoy el día internacional de Cero Discriminación. Gran cantidad de policías metropolitanos protegen los vallados debido a que se ha reunido aquí gran cantidad de público que ha deseado participar de este evento desde la apertura hasta su cierre con diversos shows artísticos.
¿Qué se entiende por discriminación? Es toda forma de violencia pasiva en contra de grupos de personas que en diversos sentidos son considerados inferiores en el cumplimiento y ejercicio de sus derechos. Así por ejemplo podemos citar discriminaciones de raza, credo, políticas, religiosas, sexuales, tallas físicas, diferencias socioeconómicas, étnicas, culturales, etc. Así el discriminado sufre mucho en todo sentido al no poder ejercer sus derechos como todo ciudadano lo puede realizar, por sentirse despreciado por no encuadrar dentro de los parámetros pre establecidos dentro de la sociedad. En este siglo XXI se han ganado varias batallas contra este mal que debe ser arrancado de raíz, favoreciendo la inserción de estos grupos minoritarios dentro del contexto general de la democracia.
Acá nos están pidiendo que nos corramos con el móvil y las cámaras un par de metros hacia la Avenida Callao, para dejar libre la circulación a los organismos de seguridad que se desplazan ágilmente y con gran idoneidad. Desde este nuevo sitio pueden verse las diferentes formaciones con sus pancartas enarboladas que los identifican. Así por ejemplo pueden leerse “No me juzgues por mi color de piel” “Soy inmigrante, no delincuente” ”Guerra a la desocupación para minusválidos” “ LGBT tenemos los mismos derechos a todos (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales)” “Jubilaciones dignas . Somos viejos como todos lo seremos” ”Basta a la discriminación racial” “Tenemos HIV y tenemos familia, No nos discriminen. La estamos peleando”
Todo se está desarrollando con calma y serenidad, hasta este momento. Comienzan a escucharse las primeras notas del Himno Nacional Argentino a través de los varios parlantes diseminados por la plaza del Congreso. La gente enfervorizada canta con gran emoción. Se oye un gran murmullo proveniente de uno de los bandos. Aun no se sabe a qué obedece. Siempre hay algún inadaptado social que aprovecha la ocasión para provocar algún disturbio. Se puede observar desde esta distancia que un hombre trans comienza a desnudarse bajándose los pantalones y mostrar su trasero al público. Los manifestantes tratan de reprimir este hecho para continuar con la celebración, pero la situación está comenzando a desbordarse. Se escuchan gritos provenientes de varios lados. Y muchos empujones por todas partes. Se escuchan insultos y hasta llantos de bronca, Se siente una gran impotencia ante el doblez que se generó en esta fiesta que prometía ser gloriosa. La gente empuja por todas partes y se abalanzan contra las cercas de contención, Interviene de inmediato la policía metropolitana con sus cachiporras y gases lacrimógenos. La situación comienza a descontrolarse. Se percibe un mal ambiente general. Se interrumpe la canción patria. Se escuchan gritos por todas partes, y mucha gente empujando contra las vallas de contención. La policía sigue avanzando reprimiendo a los manifestantes, usando sus escudos de protección. Se está escuchando por altoparlante la voz de un hombre convocado para apaciguar el ambiente. Se trata de un pastor evangélico muy famoso que había asistido a la celebración invitado por varios de sus fieles en su templo.
Vamos a colocar el micrófono de manera tal que permita una perfecta audición. Veamos que nos viene a decir este hombre que habla en nombre de Dios.
Vamos a hacer mención a un célebre texto de San Agustín. “Allí donde haya discordia que yo ponga la unión. Allí donde haya guerra que yo ponga la paz”. Para Dios somos todos iguales. No existen las diferencias sociales ni étnicas ni raciales de ningún tipo. Entonces ¿Por qué nos empeñamos en poner fronteras entre nosotros? Hoy se celebra en todo el mundo el Día de la Discriminación Cero. Unámonos todos en un ambiente cordial para ayudar a que los gobernantes brinden ayuda justa a acabar con este flagelo, dictando leyes saludables para la convivencia en paz y armonía y aboliendo toda forma de discriminación, penalizando a quienes insisten en aplicarlas .Aquí hay muchos grupos pacifistas que doy fe que ansían la unidad dentro de la diversidad. Y sepan que esto aunque difícil es factible con buena voluntad . Por un país sin fronteras, les pido que vuelvan todos a su sitio y reanudemos nuestra celebración en paz. Feliz día para todos.
¡Pobre reportero! Se ha ligado un cachiporrazo en su cabeza por querer brindar la mejor información al público. La policía metropolitana lo confundió con un manifestante y lo redujo de un palazo. Y como dice la frase: No hay comedido que salga bien. También vale para la intervención del pastor que efectuó discurso. Si bien fue escuchado con atención no logró restaurar la calma. Se precisaba un poco más de táctica para restaurar los ánimos fluctuantes de los allí presentes.
A la distancia vienen avanzando tres hombres vestidos con uniformes de gala, a traer la paz. Se escuchan abucheos y silbidos por todas partes. Pero la gente observa atento al desenvolvimiento de los hechos. Un militar de grado. Un oficial de la marina. Un oficial de la aeronáutica. Los tres impecablemente vestidos, con las botas muy lustradas tanto, que parecían un espejo. Subieron al atrio que se había preparado para los artistas que cerrarían el acto público. Se sentían muy felices y emocionados, por haber sido convocados para hablar ante esa multitud. Y uno de ellos dijo: Nosotros en otras épocas fuimos muy discriminados. Juzgados por acciones de un grupo minoritario que trajo mucho dolor e injusticia al país. Y debimos andar bastante contracorriente para ir recuperando la jerarquía que nos asiste. Siempre hay opositores en todas partes. Pero la unión hace la fuerza. Volvamos a la fiesta señores. El país nos necesita. Sin oposición no hay crecimiento. Sin crecimiento un país no avanza y queda postergado, marginado con respecto al mundo. Les propongo que comience el espectáculo artístico.
El ánimo comenzó a aquietarse. Y fueron subiendo al escenario toda clase de personas con discapacidades físicas y mentales, parejas de homosexuales, ancianos, mulatos, coreanos y blancos, y cantaron todos juntos We are the world We are the people. Y el show terminó con aplausos y una gran emoción al poder comprobar que lograron una vez más aunar las voluntades para un fin común : Vivir en paz y armonía a pesar de las diferencias. Todos, por una suerte de contagio comenzaron a tomarse de las manos y cantar a todo pulmón. Pronto se dejó de lado el incidente. Se comprendió al final que la igualdad es el mayor acto de injusticia. Y que no se puede juzgar a las personas por una sola descarriada y belicosa. Y que cuando hay buena voluntad en comprenderse y aceptarse, la cosa funciona, como un engranaje dispuesto a funcionar bien. La paz es posible. Luchemos por ella.
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